Estamos en 2025, en la era de la inteligencia artificial y las estrategias impulsadas por datos. Pero, sorprendentemente, en alguna sala de reuniones, aún hay un equipo presentando sus cifras en Excel, mientras todos intentan descifrar un gráfico que parece más un test de Rorschach que un análisis estratégico.
“¿Y los resultados de la campaña?” pregunta el CEO. Silencio. “Lo tenemos aquí, pero dame unos minutos para filtrar las columnas…” Si este escenario te resulta familiar, es momento de preguntarte: ¿estás realmente aprovechando las herramientas avanzadas de tu organización, o sigues atrapado en las cadenas de la hoja de cálculo?
No se trata de despreciar Excel; después de todo, ha sido una herramienta confiable durante décadas. Pero en las grandes organizaciones, su uso puede convertirse en un símbolo de resistencia al cambio. Y esa resistencia tiene un costo estratégico.
Escenarios comunes:
Insistir en métodos antiguos tiene implicaciones reales:
El problema no es la falta de herramientas; es la falta de uso estratégico. Aquí hay algunas formas de asegurarte de que tu organización aproveche todo su potencial:
En 2025, seguir dependiendo de Excel no es solo una limitación técnica, es un reflejo de una falta de visión estratégica. Las herramientas que necesitas ya están en tus manos; lo que falta es el compromiso para usarlas a su máximo potencial.
Así que, si la próxima vez en una reunión alguien dice “esperen, déjenme buscarlo en Excel,” considera esto: tal vez no necesites un café. Tal vez necesites una estrategia.
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